Aligerar la arquitectura existente y dotarla de cierta inmaterialidad es la propuesta de este local nocturno situado en el centro de Pamplona. La luz como arquitectura, material de construcción y elemento disolvente.

Es una propuesta de vaciado en la que el acondicionamiento a través de los medios técnicos e instalaciones es parte esencial para conseguir una atmósfera que interactúe con la percepción. Los sentidos se estimulan mediante la temperatura adecuada del lugar, la luz crea una `performance´ junto al sonido; infraestructuras que acompaña en su `no existencia´ a un escenario rico en estímulos y sensaciones.

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